2 de julio de 2015

Vacunas, autismo y violencia obstétrica.

Hace pocos días nos dejó la primera persona afectada de difteria en España tras más de 28 años sin manifestaciones de dicha enfermedad. D.E.P.

Pero la polémica de vacunas sí, vacunas no, parece persistir.

En el caso de que un niño esté ciertamente en un grupo de riesgo de una mala reacción a una determinada vacuna, es el propio médico o especialista quien recomienda a la familia del menor que no reciba esa vacuna, dosis, o revacunación concreta porque en su caso es mayor el peligro que la ventaja.

Para garantizar la seguridad de ese niño, ésta depende de que todo su entorno sí tenga esa vacuna pues será más difícil que el niño entre en contacto con dicho mal.

¿porqué sé esto?

Porque debido a la PBO que me causó una mala praxis médica -fórceps implicados-, el protocolo básico que se nos deriva en ésta lesión neuromotriz, no recomienda recibir vacuna de la tos ferina. Es nuestro propio médico especialista quien lo determina al activar el protocolo médico correspondiente. Recuerdo que la PBO tiene una incidencia estadística de 1 de cada 1000 alumbramientos, y en la mayoría de los casos sería evitable si los médicos activasen o detectasen un embarazo de riesgo a tiempo -diabetes materna por ejemplo-.

Respecto a ¿que causa el autismo? Oficialmente no se sabe, quizá porque sean diversos los aspectos que ciertamente lo puedan causar, desde propia herencia genética de cada familia a otras causas probablemente no suficientemente detectadas o investigadas. Personalmente creo que tiene más incidencia el factor obstétrico (un caso de intervención de fórceps) más que una vacuna, ya que se viene detectando algunos casos de asperger o autismo, en el propio colectivo de afectados de PBO, sobre todo en los partos muy difíciles. Hace tiempo que se viene pidiendo el freno de la violencia obstétrica al que se ven sometidas muchas parturientas pues esto sí causa muchas malas consecuencias que serían evitables en muchos casos si se activase el correspondiente protocolo a tiempo.
Finalmente recuerdo que se define al autismo como un trastorno del neurodesarrollo. El autismo afecta el procesamiento de información en el cerebro alterando cómo las células nerviosas y sus sinapsis se conectan y organizan; cómo ocurre esto, no está bien esclarecido.

No soy médico, así que puede que mi opinión personal (que tenga más relación con el autismo o asperger el uso de forceps en el parto) no esté lo suficientemente acreditada.
Reitero el aspecto principal de éste articulo, globalmente es importante vacunar a los menores, y sólo en casos concretos es nuestro propio médico especialista quien recomendará la no vacunación concreta para nuestro bebé.

No hay comentarios: